domingo, 17 de mayo de 2009

No me toques.



Noli me tangere,
noli me tangere.




No, no lo hagas, no quiero que me toques, no si tus manos no van a dibujar en mi cuerpo tus sueños. No me hables, no quiero escuchar tu adorable voz si no es para decirme que me quieres. Pero tendré que seguir callado y pensando como reaccionar, qué palabra decir. Y es por haber escuchado palabras que hacen creer en el amor, sentirlas, tocarlas, besarlas; y lejos de tus labios he descubierto que el amor dura lo que una palabra.

Cada uno de mis gestos hacia ti, cada verso, cada beso, que me juras y perjuras que te encantan y te hacen quererme, son antojos de mi cuerpo. Necesito tratarte como el mejor poema de un anónimo poeta que vivirá de ello, como joujou de pauvre, como carta para un exiliado, como el ultimo bebé de una larga familia varonil que nace niña. Necesito mimarte como si en ello la vida me llevara, como si ello la vida me diera.

Eres mi preferida, niña de mis ojos, único pelo en el que sueño dormir soñando enredadas mis manos, atados los poros de mi piel a tu aliento, encadenadas mis palabras a mi pensamiento.

No encuentro el modo de decir que eres Todo en mi Nada, me siento cruel cuando callo lo que no sé si debo decir. Sé que el amor no existe y sé también que te amo.

2 comentarios:

sarareus dijo...

Que bonito:)
Sigo sin entender como eres capaz de escribir todo esto... es increible ú.Ú'

:D

María F. dijo...

Confesaré que se me han saltado las lagrimas. Precioso.